lunes, 22 de febrero de 2010

ESTRUCTURA DEL SUELO




La estructura del suelo es el estado del mismo, que resulta de la granulometría de los elementos que lo componen y del modo como se hallan éstos dispuestos. La evolución natural del suelo produce una estructura vertical “estratificada” (no en el sentido que tiene estratificación en ecología) a la que se conoce como perfil. Las capas que se observan se llaman horizontes y su diferenciación se debe tanto a su dinámica interna como al transporte vertical.
El transporte vertical tiene dos dimensiones con distinta influencia según los suelos:
La lixiviación o lavado la produce el agua que se infiltra y penetra verticalmente desde la superficie, arrastrando sustancias que se depositan sobre todo por
adsorción.
La otra dimensión es el ascenso vertical por
capilaridad, importante sobre todo en los climas donde alternan estaciones húmedas con estaciones secas.
Se llama roca madre a la que proporciona su matriz mineral al suelo. Se distinguen suelos autóctonos, que se asientan sobre su roca madre y representan la situación más común, y suelos alóctonos, formados con una matriz mineral aportada desde otro lugar por los procesos geológicos de transporte.Horizontes del suelo [
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Se llama horizonte, a un nivel en el perfil edáfico, más o menos paralelo a la superficie, con unas características edáficas (propiedades físicas, químicas y composición), que le hacen diferente a los niveles adyacentes. En general la diferenciación de horizontes se hace más patente a medida que se progresa en la evolución del suelo. Los horizontes se clasifican según sus propiedades cualitativas y cuantitativas. Cuando consideramos sobre todo las propiedades cualitativas, hablamos de horizontes genéticos.
Tipos de horizontes genéticos [
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Horizontes del tierra.
El horizonte H, está formado por acumulación "in situ" de material orgánico depositado en la superficie, que está saturado de
agua durante periodos prolongados y que contiene 100% o más, de materia orgánica.
El Horizonte O, está formado por acumulaciones de material orgánico depositados sobre la superficie, que sólo está saturado de agua unos pocos días al año y que contiene 35%, o más de materia orgánica. La
materia orgánica se encuentra poco o nada transformada, siendo claramente visible la organización biológica de los restos. Es un horizonte típico de los suelos del bosque.
El horizonte A, es un horizonte de mineral oscurecido, formado por la incorporación de materia orgánica bien descompuesta y distribuida como partículas finas, constituyendo lo que se llama
humus. Su contenido en materia orgánica es menor que el que se encuentra en los dos horizontes anteriores. Se halla en la parte superior del suelo o por debajo del horizonte O.
Los Horizontes E, son horizontes
eluviales que, generalmente están debajo de un horizonte A, del que normalmente se diferencian por un contenido más bajo en materia orgánica y un color más claro. Son horizontes minerales empobrecidos por estar sometidos a la eluviación máxima, están enriquecidos relativamente en limos y en arenas y son pobres en materia orgánica, hierro, aluminio o arcillas.
El horizonte B, horizonte iluvial o de acumulación, es un horizonte mineral en el cuál la estructura de la roca está destruida o sólo queda débilmente manifiesta. Está formado por el aporte de materiales desde los horizontes A o C, o alteración del material "in situ". Puede incluir costras minerales calcáreas, férricas o de otra composición. Es el que presenta características más diversas.
El Horizonte C, es un horizonte mineral de roca no consolidada, poco afectada por los cambios edafogénicos, excepto por la
meteorización y el hidromorfismo y que comparte alguna de sus propiedades con las de horizontes superiores. El horizonte C también es llamado material parental y se extiende en profundidad hasta la roca consolidada, la cual es denominada horizonte R.
El horizonte R esta compuesto por la
roca madre, es lo suficientemente coherente para no poder romperse con la mano y no se deshace con el agua.
El Horizonte D es el llamado material parietal o roca madre fresca.Estructura molecular del suelo [
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El modo en el cual se disponen las partículas terrosas, estando en contacto entre ellas, determina la estructura del suelo. Las partículas arcillosas tienen forma laminar y, floculando, tienden a colocarse una sobre otra, dando forma a una estructura compacta, sin o con muy pocos espacios vacíos. Pero, si en el complejo arcilloso existen coloides orgánicos, el floculado que deriva de estos presenta las partículas minerales distanciadas entre sí por las moléculas orgánicas, las que siendo de notables dimensiones, provocan la formación de amplios espacios vacíos que dan al suelo una estructura de tipo “lacunar”. El floculado por lo tanto puede estar constituido por gránulos y por grumos más o menos complejos, es decir de aglomerados de diámetros más o menos grandes que dan lugar a una estructura tipo “granular” o de grumos bastante rica en espacios vacíos entre las zonas de contacto entre los aglomerados mismos.
Según estudios recientes, (1965) estos aglomerados estarían consolidados por la
lignina, producida por la descomposición de las sustancias orgánicas, la que daría una cierta estabilidad a los grumos y un cierto grado de resistencia frente a los agentes disgregantes.
La estructura del suelo es una propiedad que está mudando continuamente, en función de un complejo de factores físicos, químicos y biológicos.
Como agentes o factores que favorecen una buena estructura de los grumos, desde el punto de vista de la utilización agronómica del suelo, se puede recordar:
Las operaciones de labranza de la tierra que introducen sustancias orgánicas, o la formación de espacios vacíos;
La acción mecánica ejercida por las raíces de las plantas;
La variación climática, variación entre hielo y deshielo, o entre períodos secos y períodos húmedos;
Las acciones químicas y coagulantes de ciertos iones como el calcio, el óxido de hierro, etc.
Algunos factores, por otra parte, tienden a destruir la estructura de grumos arriba mencionada. Por ejemplo:
El agua proveniente de la lluvia o del riego, puede comportarse como agente disgregante, por su acción mecánica, o diluyente de sales minerales solubles;
Algunos catones (Na+) y los carbonatos alcalinos actúan como demoledores de la estructura, por su efecto destructor de los coloides.
La estructura molecular del suelo tiene un papel muy importante en el comportamiento hidrodinámico del suelo cultivado.

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